Dormida a mi lado

Desatareé  el nudo

que ahoga tus deseos

con el beso mas dulce

que jamás te haya dado

y cuando te hayas

ahogado en la miel

de mi boca,

te quitare la ropa

despacio,

Para que no se espante

tu sombra

advirtiendo el pecado,

del que haré esclavo

a tu cuerpo

encadenándolo a la gloria,

de amarte sin descanso...

Te nublare la conciencia

hablándote con descaro,

te diré mil cosas

que ni el mismo

diablo se atrevería...

y entonces serás mía,

de los pies a la cabeza.

Degustará mi lengua

la sal de tus pieles,

haciendo que golpeen

las paredes de tu vientre

contra el mío;

Temblando de ansiedad

descubrirás que anido

mi mano en tu centro

y romperás el silencio,

pidiéndome que siga;

Será tu aliento

en mi cuello, caricia encendida,

vapor de tu sangre hirviendo

buscando salida...

reventara en tu pecho

de pasión ardida 
el corazón hinchado

y sonriendo a mi lado,

te quedarás dormida...